Ciudad de México.- Ángela Aguilar avivó la polémica (que después de meses comenzaba a menguar) al decir en una entrevista que su matrimonio con Christian Nodal no había causado daño a nadie. Para desmentir esta versión y hacer valer su voz y su experiencia, Cazzu, habló del tema desde una perspectiva distinta que le quitó la máscara a la intérprete de Gotitas Saladas, dejándola como mentirosa a los ojos del público.
Desde entonces, la crítica hacia la pareja se acentuó. La mayoría del público coincide en que ambos están conscientes de que lo que hicieron se nombra traición, pese a sus vanos intentos por demostrar lo contrario y limpiar su nombre. Desde luego, hay quienes aún defienden a esta controvertida pareja; una de ellas es la periodista Flor Rubio, quien habló de lo sucedido en su programa de radio, en donde reconoció que el par de cantantes han manejado la situación de manera discutible.
Lo anterior no justificaría el odio que ambos reciben mediante redes sociales, según opinó Rubio. Los comentarios negativos serían desproporcionados e irracionales. Subrayó que nadie más que ellos tienen derecho de hablar del triángulo amoroso, ya que “a nosotros no nos hicieron nada”. Recordó que el problema sólo los involucra a ellos y alentó a los seguidores a dejar de fomentar el hate en plataformas virtuales.
Ángela aseguró en entrevista que no hubo corazones heridos por la separación
Rubio apuntó que sus acciones no fueron tan graves, dado que “no mataron a nadie y no son los primeros ni los últimos que fueron infieles o que abandonaron un matrimonio, que se portaron mal y siguieron adelante, para bien o para mal”. Además, supone que la ola de juicios de valor y la presión mediática sobre los hombros de los recién casados está entorpeciendo su felicidad, aunque Nodal y Aguilar intenten demostrar que no es así y que su relación va “cuesta arriba”.
Por último, defendió a Cazzu luego de que rompiera el silencio tras varios meses. Esta acción fue resultado del comportamiento inapropiado de Ángela al hablar de sentimientos ajenos y afirmar que ella tiene la verdad absoluta, cuando desconoce por completo lo que hubo del otro lado de la moneda.