La fascinante vida de Melanie Griffith, recordada por ser uno de los rostros más icónicos del cine en los años 80, está llena de momentos inolvidables tanto en la pantalla como fuera de ella. La actriz, hija de la legendaria Tippi Hedren, dejó una huella imborrable en el mundo del espectáculo con su talento, carisma y una historia de vida que pocas veces pasa desapercibida.
Nacida el 9 de agosto de 1957 en Nueva York, Melanie parecía destinada a la fama. Desde muy pequeña estuvo rodeada del brillo de Hollywood gracias a su madre, protagonista de clásicos como Los Pájaros de Alfred Hitchcock. Este entorno marcó su infancia, llena de extravagancias propias de las estrellas. Uno de los episodios más llamativos de su niñez fue vivir con un león en casa. Su madre, que entonces planeaba una película sobre grandes felinos, permitió que el animal conviviera con la familia, una experiencia que Melanie más tarde describiría como “un error imprudente”. Sin embargo, las fotografías de aquella época, publicadas en revistas como Life, muestran a una joven Melanie abrazada al león en lo que parece un instante cotidiano.
El destino de Melanie Griffith no solo estuvo influenciado por su entorno familiar, sino también por su ambición. Desde los 12 años comenzó a trabajar en el cine, y a los 14 protagonizó su primera película junto a Don Johnson, quien eventualmente se convertiría en su primer esposo. Aunque su relación fue considerada controvertida debido a la diferencia de edad, ambos se casaron por primera vez en 1976, aunque la unión duró solo seis meses. Años después, volvieron a casarse en 1989 y tuvieron a su hija, Dakota Johnson, hoy una reconocida actriz en producciones como Cincuenta Sombras de Grey.
Melanie Griffith construyó una carrera sólida en la industria cinematográfica. Filmes como Working Girl y Body Double le dieron reconocimiento internacional y le permitieron mostrar su versatilidad como actriz. En 1989, incluso obtuvo una nominación al Oscar por su trabajo en Working Girl, consolidándose como una de las figuras más importantes de su generación. Sin embargo, su éxito profesional estuvo acompañado de desafíos personales. La actriz enfrentó problemas de adicciones, sufrió un accidente en el rodaje de la película Roar y vivió tres divorcios, siendo su último matrimonio con el actor Antonio Banderas, con quien compartió casi dos décadas.
La relación entre Griffith y Banderas comenzó en 1995, mientras ambos trabajaban en la película Two Much. Melanie encontró en él un apoyo fundamental durante los años más complejos de su vida. Juntos tuvieron una hija, Stella, y crearon una familia que incluía a los hijos mayores de Melanie, Dakota y Alexander. A pesar de su divorcio en 2014, ambos han mantenido una relación cercana y de mutuo respeto, como lo ha reconocido Antonio en múltiples entrevistas.
En la actualidad, Melanie Griffith, a sus 65 años, lleva una vida más tranquila, lejos de los reflectores. En los últimos años, ha enfrentado problemas de salud, incluida una batalla contra el cáncer. Sin embargo, su enfoque se centra ahora en disfrutar de su familia y escribir sus memorias, un proyecto que promete revelar detalles inéditos de su increíble trayectoria.
Con una vida marcada por éxitos, tragedias y decisiones valientes, Melanie Griffith sigue siendo un ejemplo de resiliencia en el mundo del espectáculo. Su legado no solo está en sus películas, sino también en las historias que ha inspirado dentro y fuera de la pantalla.